¡Ponte vía! Salí del avión como estrella. Onda: esa escalera gigante, donde bajan los presidentes y famosos, esperados por periodistas y cámaras. Pero no había nadie esperándome, solo una micro para llevar a todos a inmigración, porque no era la presidente, y estábamos en Perú nomas. Después de dos o tres horas en el avión, el aire se sentía rico, mejor que el congelador en que habíamos llegado. Tomaba mis pocos pasos peruanos hacia la micro. Me hizo pensar en si podría decir que había visitado este país, ya que olía el viento fresco, y que tenía que esperar tres horas y medio, hasta mi próximo vuelo. Mi cargador es una carga: Aun no había la información de mi puerta, solo diez minutos de wifi gratis. Tuve tiempo para decirles a mi familia que mi avión había llegado bien, y no entendía el acento peruano, dejándome con 13% de batería. Mi cargador está casi roto; tengo hambre y no tengo soles, tengo 750 pesos chilenos. Mientras caminaba por el aeropuerto, me di cuenta que cas...
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