Un cuento de hadas

Habia una vez, en un lugar muy, muy lejos:
Hablando en vueltas por  pasillos, esta es un conversacion que tienen los adultos maduros, y temo que no somos adultos ni maduros. Trato de desviar el tema, porque siento que necesito contar mas, explicarme, pero no me sale. Digo lo poco que puedo porque no se como hablar del futuro. Aun no entiendo porque el le gusta pensar en el futuro, y porque quiere que yo este en el, aunque yo quiero lo mismo. El lo dice, y lo hace real. Pero con promesas de esperas, y meses de planes, siento que el esta pensando en un cuento de hadas. Calza, soy tan bonita como una princesa, y daria lo que sea por unos tacos de vidrio.
Yo aun no creo en esos cuentos: 
Le digo que soy realistica, contra su romanticismo. Creo que seria injusto ternerlo, sin saber lo que viene. Tengo que pensar en mi felicidad tambien. Estoy muy feliz con el, pero hay decisiones que adultos tienen que tomar, que duelen por el bien de los dos. Aunque no soy adulta. Entonces si me preguntas, Megan, en un mes mas, terminaras conmigo? No te contestare, porque aun no entiendo cosas romanticas. Pero la cosa que si se es que no quiero hacerle dano a mi principe. Mi principe esta dispuesto a pelear un dragon, a buscar el zapato de vidrio, y hacerse amigos de mis siete enanos. Yo igual estoy dispuesta a comer manzanas, y ignorar a mi malvada madrasta. El problema es el que sigue: el gran conflicto que suele suceder. Pero eso es lo que lo hace un gran cuento, o no?